Es propicia la oportunidad en el debate que llevamos adelante en este momento en cuanto a la creación de una nueva ley de Universidades preguntarnos si al hablar de democratización en lo referente a la elección de las autoridades universitarias solo es suficiente conformarnos con el voto paritario y la inclusión de toda la comunidad universitaria en pleno, al parecer la mayoría piensa así.
Sin embargo considero que para una verdadera democratización de la universidad en cuanto a elecciones refiere, es necesario separar los meritos académicos del proceso de mera elección, puesto que si nos llevamos por el derecho de elegir y de ser elegido consagrado en la constitución entonces todos los miembros de la comunidad universitaria estarían en igualdad de condiciones para poder aspirar a ser elegido democráticamente, o acaso ser rector de una universidad es mucho más determinante para los destinos de un país que ser presidente de la republica.
Por otro lado si de reconocer meritos académicos se trata, entonces la forma de selección de las autoridades universitarias deberían estar sujetas a estos y se haría por concurso de credenciales, lo cual si permitiría que dichas autoridades fuesen quienes tengan mas formación y no necesariamente seria un proceso excluyente como el actual, pues se presume que las autoridades universitarias deberían tener los más altos méritos académicos, ser profesor titular y lo más importante: haber desarrollado una obra escrita acreditada en los estándares académicos mundiales, de ser así, cuantos rectores lo serian por “Merito Académico”
La forma de elegir autoridades a combinado de manera perversa merito académico y elección, es un mecanismo basado en un modelo excluyente razonado en la concepción de la “Educación Superior” en tal sentido ser rector de una universidad es sentirse de la realeza, puesto que una vez terminada la compra de títulos de nobleza, la nueva forma de ser noble se encontró en la universidad como una vía de formar seres superiores con merito académico.
Ahora bien y muchos dirán es un sacrilegio para la autonomía universitaria, pero si los directores de las escuelas y liceos de este país no son electos por votación, entonces porque si debe hacerse para las autoridades universitarias en este caso de las universidades autónomas.
Queda mucho por debatir y es necesario generar nuevas estructuras integradoras que permitan desmontar la corporizaron y la partidización de las Universidades y hacer de estas productora de conocimientos que contribuyan a hacer realidad los sueños de las comunidades, en tal sentido, requerimos a los mejores profesores, a los mejores estudiantes, a la gente que realmente está comprometida, pero no solo académicamente, sino con formación humanista que derive en una universidad de calidad y vestida de Pueblo.
Víctor Peralta
Prof. UBV
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